Sí, no es nuevo pero es raro. Bueno, raro en el sentido de que las costumbres no son tan numerosas como antes. Recuerdo una época en la que varias marcas japonesas ofrecían choppers en varias tallas, pero ahora todos estos modelos han desaparecido de los catálogos. Sin embargo, la situación es aún más crítica para los titulares del carné A2, y conozco a más de una persona a la que le gustaría ser un Easy Rider desde su primer viaje.
Así que, como la pequeña Honda ha evolucionado hasta convertirse en una 2020, hemos querido mostrártela en detalle y esta CMX500 tiene una cara pequeña y bonita, sin pasarse.
Bueno, hacemos un poco de trampa porque este año tenemos la edición especial con sus fuelles de horquilla, tubos superiores negros y cubierta del faro.
Por lo demás, encontramos las llantas de palo con neumáticos que parecen ser bastante anchos: un 130 delante pero sólo un 150 detrás para garantizar una buena manejabilidad. El faro delantero es totalmente de LED con un bonito aspecto, indicadores blancos y una luz trasera mejor integrada que en la versión anterior. Sigue siendo un depósito pequeño (11,2 litros) que se apoya en un asiento de piloto bajo, de 690 mm. Todo el mundo debería poder poner los pies en el suelo sin preocuparse, pero con las estriberas en el centro, los pilotos más altos estarán un poco menos cómodos con las rodillas subiendo bastante.
Como puedes ver, el pasajero tendrá que lidiar con un reposapiés muy pequeño, pero el asiento del piloto permite unos pasos bastante agradables.
Honda incluso empuja el vicio de colocar el contactor en el lateral para un aspecto aún más personalizado, bueno pero no vital según yo, límite, tanto para pasar a keyless. En cualquier caso, no hay duda de que se trata de un pequeño crucero listo para recibirlo con su casco perfecto y jet.
Un toque en el arranque y dejo la tierra… bueno, no del todo. Pues sí, arranca por supuesto con un sonido bastante apagado, la norma Euro 5 le obliga a recibir un nuevo escape. El motor bicilíndrico de 471 cc está diseñado principalmente para ser suave y agradable, prueba del trabajo realizado para el embrague de deslizamiento limitado y una caja de cambios de 6 velocidades que va bien con un estilo de conducción relajado, puntualiza el concesionario de motos segunda mano Sevilla Crestanevada. Por supuesto, desarrolla la máxima potencia permitida para el A2, unos 46 CV pero a 8500 rpm. Ya no es realmente una cruiser, pero teniendo en cuenta la cilindrada, no puedes tener el par motor de una 1800 y tienes que sacar la potencia de algún sitio.
No nos vamos a quejar, con sus 191 kg en orden de marcha, la CMX sigue siendo ligera y su motor demuestra ser lo suficientemente valiente como para divertirse en ella. El 500 acelera bastante bien, te permite dar vueltas y por supuesto tomar la autopista aunque no sea lo suyo. Lo bueno es que el consumo de combustible se reduce mucho, menos de 4 litros por ciento. Afortunadamente, teniendo en cuenta el tamaño del depósito, no se harían viajes largos con los 11 litros.
Ya sea en una cola o en pequeñas curvas, la CMX se puede conducir a gusto, gracias a su nueva horquilla de 41 mm con tubos anchos y muelles más firmes y a sus dos amortiguadores Showa con dos ajustes de precarga. No se cala demasiado en carreteras malas, pero sí muestra sus límites en algunos tramos. Además, comprenderás rápidamente que la velocidad no es lo suyo. No hay necesidad de apresurarse, deberías haber cogido el coche deportivo o el roadster si este es tu viaje. Aquí, estamos más en el modo tranquilo.
Su salpicadero redondo no inspira realmente un aspecto de competición. Es totalmente digital y se completa con un indicador de marcha, un reloj y un manómetro. Es sobrio y legible, diría que sin más, no me entusiasma más que eso aunque cumpla su función.
Pero ten en cuenta que tienes el aspecto de una moto custom con un motor A2, ¡no de una big twin de casi 2 litros! No hay grandes vibraciones, no hay pavimentos sueltos en la aceleración y no hay grandes pufos en la recuperación, pero la CMX sigue siendo muy agradable de conducir. No hay aspecto práctico, por supuesto, pero se pueden poner accesorios y personalizarlo y, sobre todo, en cuanto al presupuesto, el Honda será obviamente mucho más barato con un precio de 6.399 euros para la versión básica y 6.799 euros para esta edición especial.